Poema de Jorge Ariel Madrazo
Alguien me llama
(lejos)
la manada
aúlla inconsolable
dicen que ha muerto la loba
la mi amiga la dilecta recién
alzada del lecho
mortal sobre sus
codos sus rodillas
jamás
tu barco hallaba el oriente
tu inocencia feroz las brújulas
locas al dictar esa última carta
al Incierto
al poeta
en su alta marea
Alguien llama acaso sean
Edgar, Francisco,
Joaquín,
El Incierto y la loba en su hospital de
nenúfares todo
desvaría
en espiral
y vuelve
todo vuelve
cuando estoy solo cuando
la mi amiga vuelve desde su lecho
último el mío el de todos el ataúd
de la palabra malherida
la palabra disuelta en este estruendo
de alimañas cráteres
de llagas
de llagas
que jamás han de cerrar
© Jorge Ariel Madrazo
entrada de Gustavo Tisocco a las
19:38
10 comentarios:
Querido Ariel, este poema duele y contagia dolor. Y con ese encanto que tenés hasta para enumerar las realidades más crueles, lo perfumas con nenúfares y lo colmas de llagas que no cierran y palabras malheridas.
Cuánta experiencia en tu manejo poético y cómo nombras la tragedia común a todos de sentir la soledad y el final común, rodeados de voces, rostros, gestos fallidos y gestos amorosos. Todos vivimos todo,para eso andamos "in the forest of de night"
Susana Giraudo
Estimado Jorge Ariel:
Muy bueno este poema,sus imágenes, su lenguaje, la relación entre la loba y la muerte hermosa y fuerte. Saludos
EL INCIERTO, EL POETA...Hermoso y y afilado recorrido por la geografía del dolor, el olvido y la muerte. El incierto , el poeta... Estremecedor.
JORGE PABLO MORENO.
Tristísimo y tan hermoso...
GUSTO REALMENTE LEER ESTE POEMA
SALUDOS
ANAHI DUZEVICH BEZOZ
Uff duele, fuerte en su todo en las imagines y en la emoción misma que provoca.
abrazo siempre.
Cynthia Rascovsky.
Bello y desgarrador.
Graciela Barbero
A la hora de los dátiles: sabor a crepúsculo, sensaciones que mueven
Muy bello
Graciela Barbero
....la loba en su hospital de nenúfares...duele el ataúd y la ceteza de la palabra malherida y disuelta en la alta marea del Poeta y su manada, gracias, Jorge querido!!! María Chapp
David Sorbille dijo...
Poema imponente y conmovedor! Un abrazo
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