CREO Y NO CREO
Creo y no creo.
Como una contradicción estética
mundo enfurecido
que entrevista sombras exageradas
o itinerarios que nunca cumplo
por si acaso.
Después, las voluntades de la mariposa
perspectiva circular, tan momentánea
grotesco silencio apurado
contextos indescifrables
en el alma rara desquiciada
la gramática no me salva
cada mafia de eso que dice ser aire
esta atestado de palabras
inmóviles cuando deberían ser trueno
y tsunami que extingue la calma chicha del desierto.
¿Te asilas en un cuerpo nocturno?
¿Cómo obtener el trazo que divida al viento?.
Llevar la condena a rastras
buscar siempre buscar
y la nada orilla.
Moscas.
Soy cuando menos lo espero en la antesala
esa nada a la cual acepto
cierta trompeta induciéndome
por karmas acalambrados en las venas.
Ir manoseando abismos
ojos claros precipicios perforan iris
ojos negros no se resguardan en la pantalla
se hacen chiquitos analfabetos
no advierten el significado de las reproducciones humanas
la opacidad del quizás quizás.
Mi mirada me excede.
Creo y no creo en las palabras
ellas giran 180 grados
y las evoco
ellas vuelven
y a veces no me encuentran.
© Claudia Ainchil
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