10/3/14

Poema de Carlos Alberto Roldán


¿Qué justifica esta proa cuya deriva ciega
Hunde hocicos en la noche torva?

Mar, que he buscado desde siempre:
No he encontrado la estrella cuyo brillo
Tuviera voces para mi alma huérfana

Mar, cuyo violencia siempre fue elisión de más.
Quise y quiero darte mi canción de pasajero

Ni aún eso podré
Sin inventarme a tu orilla



©  Carlos Alberto Roldán

7 comentarios:

Blogger LIDIA CARRIZO ha dicho...

LA PAZ INALCANZADA. EL HORROR DE LA VIOLENTA MUERTE ACECHA DESDE EL FRENTE PERVERSO CON TODAS SUS LUCES. ALCANZAR LA PAZ ES LA MAYOR AZAÑA!
LIDIACC.

11 de marzo de 2014, 13:19  
Blogger Elisabet Cincotta ha dicho...

Roldán, buenísimo tu poema.

Abrazo
Elisabet

11 de marzo de 2014, 17:46  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Cuántas veces para dar algo debemos recurrir a nuestra fantasía que nos convierte en mas humanos

maria elena tolosa

11 de marzo de 2014, 19:52  
Blogger Unknown ha dicho...

Me gusta como inicia el poema

29 de marzo de 2014, 15:05  
Blogger Unknown ha dicho...

Me gusta como inicia el poema

29 de marzo de 2014, 15:06  
Blogger Unknown ha dicho...

Me gusta como inicia el poema

29 de marzo de 2014, 15:06  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Este poema tuyo me gusta... es tan humano... tan lleno de dolor... te encuentro en el poema, por primera vez.
Celina

29 de marzo de 2014, 15:24  

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