12/3/14

Poema de Alicia Márquez


Vaya uno a saber hacia dónde

Me escapaba.
Cuando era chica me escapaba. Siempre.
Me escapé del Jardín de Infantes, para ver a los caballos
de enfrente, con sus hocicos de viento y sus colas nerviosas,
saltaban y volaban y yo los amaba.
Me escapé en Mar del Plata, para locura de
toda mi familia. Me dediqué a pasear por la Rambla,
hasta que mi hermana me encontró y entonces,
volví a escaparme, pero un señor altísimo
detuvo mi carrera.
Me escapé de mi abuela, corriendo escaleras abajo,
seis pisos desesperados, me escapé como del infierno,
después de haber cometido el delito de mancharle
la ropa tendida a una vecina.
Me contuvo un vecino contándome historias
espantosas de degüellos que acontecían
a la vuelta de mi casa y que cumplieron
con el mandato de aterrorizarme para siempre.
Después, no me escapé más.
Aunque a veces, sin que nadie se dé cuenta,
me escapo. 


© Alicia Márquez

16 comentarios:

Blogger Teresa Gerez ha dicho...

ternura ternura y más ternura es tu poema, Alicia. ¡Abrazo!

12 de marzo de 2014, 12:43  
Blogger ALICIA CORA ha dicho...

¡Qué miedito!, y eso que eras chiquita. La vida va enseñando que no sirve de nada escapar. Me encantó tu poema, besos de Alicia.

12 de marzo de 2014, 13:55  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Cuánta realidad en este poema ,yo creo que cuándo niños todos nos escapamos sin saber donde ir pero la gracia está en escapar muy bueno el poema me trajo recuerdos

maria elena tolosa

12 de marzo de 2014, 18:59  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Alicora: Últimamente me estoy escapando de gente nociva, de personas envidiosas, que pareciera que no tuvieran vida propia sino que tienen que vivir odiando a los demás. De esa gente, mejor escapar. Y cuanto más lejos, mejor.
Un abrazo grande.

Alicia Márquez

13 de marzo de 2014, 11:28  
Anonymous Griselda Rulfo ha dicho...

Bellas palabras para dilucidar temores y necesidades de huida. Aun de mayores siempre hay algo de que escapar, aunque no corramos materialmente.

13 de marzo de 2014, 14:29  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Alicia, me gustó esa frescura en el decir, en contraste con el final y su hondura.
Un abrazo
Betty Badaui

14 de marzo de 2014, 18:45  
Blogger Elisabet Cincotta ha dicho...

Excelente, Alicia. Siempre de chica y más me escapaba, me vi en tu poema.

Abrazo
Elisabet

14 de marzo de 2014, 19:01  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Cuánto juego en tu poema hasta que te convirtió en poeta seguramente!
Tanto escaparte y subir a esos caballos soñados, tanta búsqueda en el fondo del asombro...y aquí te encontramos, amiga poeta...
sorprendiéndonos con tus bellos versos de una niña escondida y feliz adentro tuyo,

Gracias por compartirlo Alicia
Un abrazo
Montse Bertrán

15 de marzo de 2014, 18:02  
Blogger Liliana ha dicho...

Creo que somos fugitivos y esclavos, pero todos tenemos alguna "puertita del señor López". Me aterró el mandato. ¿En todas las generaciones ocurrirá lo mismo?

16 de marzo de 2014, 17:19  
Blogger Nerina Thomas ha dicho...

Niña traviesa!!
Un abrazo enorme!!

17 de marzo de 2014, 0:19  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Bravo por la niña que se escapaba!!! Yo también lo hacía con una amiga y nos dedicábamos a juntar colillas de cigarillos por la calle para después fumarlas....qué desastre!! y bueno, había que explorar el universo!!! beso!! María Chapp

18 de marzo de 2014, 22:34  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Hola Alicia: sí, el anhelo de libertad es inextinguible desde la infancia. Quien lo tiene no podrá encerrarse nunca en lo establecido y buscará la luz, en tu caso la encontraste en la palabra y lográs transmitir con mucha fuerza tu vivencia conservando a la niña que nunca dejaste morir. Felicitaciones! Irene Marks

24 de marzo de 2014, 12:03  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Bravo por ese final!!!! Uno siempre se escapa. Se escapa en sí mismo, hacia lo más profundo de sí mismo...
y vuelve contrito... o no?
Me gustan tus escapadas, que se vislumbran en tus versos, que se adivinan...
Un abrazo grande
Celina

29 de marzo de 2014, 15:19  
Blogger Unknown ha dicho...

Una escapista compulsiva... broma aparte, me hiciste recordar a cuando de chico me perdí en Mardel y no sabía para que lado agarrar, todas esas calles llenas de gente extraña.
El poema me encanta y me escapo con él. Pero antes te dejo un abrazo.

29 de marzo de 2014, 18:49  
Blogger Mónica Angelino ha dicho...

Qué bueno que a veces te sigas escapando!

Genia!

Besosssss

31 de marzo de 2014, 11:31  
Anonymous Anónimo ha dicho...

David Sorbille dijo...
Què estilo, mi querida Alicia! Un poema magistral! Un abrazo

3 de abril de 2014, 0:00  

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