Las claves del delirio
yo conozco las claves del delirio
sé que de alguna forma
van cayendo racimos y amapolas
en el vértice oscuro del olvido
yo sé que aunque proponga tejer nuevas historias
y prepare los hilos y elabore las tramas
nunca serán mejores
que las que ya perdimos
/ya se borran / quedan pocas señales
hay duendes fugitivos
hay ángeles huyentes que cubren la memoria
nos han dejado solos de este lado del tiempo
con unas pocas sombras que se ocultan
imágenes furtivas
portadoras de sueños incumplidos
vienen a recordarnos
que sólo es este instante
fugaz / irrepetido
que no nos pertenece
pero nos corresponde
© Nina Thürler
los días del verano
entonces
eran los días del verano
y no había lluvias de granizos
............... ni nieblas
ni se avizoraban las tormentas
los días transcurrían como monedas de sol
sobre la piel
y amontonábamos azucenas y lirios
en los rincones de los cuartos
trenzados con nomeolvides y siemprevivas
el sol se reflejaba en los cristales
y nos volvía la sangre hirviente y espesa
en las arterias desprevenidas
todo ocurría del otro lado del asombro
/nadie jugaba entre nosotros con cartas señaladas/
llevábamos el pelo suelto y el rostro al descubierto
extendíamos las manos solidarias y pródigas
y en los ojos se derramaba un cántaro de luz
con señales de bienvenida
sabíamos del dolor de las ausencias
pero también conocíamos el valor de nosotros mismos
y teníamos la sonrisa ancha
habíamos establecido definitivamente
/esto es para siempre/
un compromiso con la vida
teníamos las manos llenas de racimos
que ofrecíamos a los pájaros
que sobrevolaban nuestro entorno sólo para oírnos reír
nadie supo nunca
qué fue de las palomas que anidaban
en los rincones de nuestros cuartos
y que abrevaban en nuestras manos
el agua de los encantamientos
-se despojaron de su plumaje con el vendaval de los
inviernos-
ahora
en las noches de viento y lluvia
suele escucharse el aleteo tras los cristales clausurados
tal vez pidiendo entrar en la memoria
antes de volar hacia los arrabales
donde un coro de magos las convoca
© Nina Thürler
Me gustaba tanto la poesía de Nina, me gusta tanto que pareciera que nada ha cambiado, que ella estará por siempre.
ResponderEliminarLily Chavez
Bellísimos textos. Gracias, Gustavo, por permitirnos disfrutar de estos poemas. Un abrazo a todos. Adriana Maggio
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