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8/2/14

Recordando a Graciela Wencelblat



Retumban los tambores
el fuego   apagado
las lombrices bailan alrededor.

Le sacaron el corazón
y sigue viva
el sufrimiento es un escándalo
y no puede ir       quedarse.

Hay malvones en su tinta
olor a azufre en su cuerpo
quieta la esperanza.

Y sin embargo
Y pese a todo
los trigales suaves dorados se mecen sobre el cajón.

© Graciela Wencelblat




Quiere decir más
entre las huellas
de aquél beso
pero es sólo recuerdo
y en la lejanía
se detiene la voz
claudica el instante.
Mediodía irrepetible
de un beso
que sonaba como
caireles
oloroso como el amanecer
y frágil tan frágil
como el desamparo.

Un silbido suave llama
pero no acude nadie.

© Graciela Wencelblat

7 comentarios:

  1. Un silbido suave me llama,pero nadie acude. Hermoso poema que nos impregna de nostalgia y de ternura.

    JORGE PABLO MORENO.

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  2. Con ella es especial, recuerdo sus mail, sus charlas y estos poemas que hay que leer más de una vez, todos tienen un mensaje, y el final del segundo es tremendo. Siempre desde Graciela!

    Lily Chavez

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  3. Graciela dejó su poesía, su irrenunciable inclinación por la vida y por el amor, y esta tristeza que no cede. Un beso para todos. Adriana Maggio

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  4. Fue una gran poeta y una mujer muy amorosa. QEPD.

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  5. no se puede ir, graciela, tu poesía tiene que quedarse. susana zazzetti.

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  6. Graciela por siempre entre nosotros.
    Anahí Duzevich Bezoz

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  7. Querida Grace,
    como solía llamarte, has dejado un enorme vacío y estoy segura que todos los que te conocieron y conocieron tu poesía, sienten lo mismo.
    Te extrañamos poeta!

    Elisa Dejistani

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