Vestigio
Eran aguaceros casuales,
mañanas entre silbidos de tren y chasquidos de carros.
Es que viví el tiempo de arriar el campo
Comenzando en el fresco de una calle sin tiempo
Y humareda de cielo, cancionetas de pájaros y dulces de
abuela
Aun me veo pequeña, completa
de rulos el pensamiento
artífice de la brevedad, marioneta del destino.
Todo perdí de su historia
menos la nostalgia
© Patricia Corrales
Foto: Gustavo Tisocco
nada perdiste, te lo trae la nostalgia que te permite imágenes tan puras, tan, tan desde adentro. bellísimo. abracito patricia. susana zazzetti.
ResponderEliminarLa nostalgia, ese sentimiento que modifica bellamente el olvido
ResponderEliminarQue hermoso poema Patricia, es un viaje en el tiempo aromado de nostalgia, y el pensamiento con rulos en la cabecita de una niña de campo y tiempos idos
ResponderEliminarDa gusto leerlo y releerlo
Ignacio
Hola Patricia:"silbidos de tren y chasquidos de carros" que permanecen en tu poema y nos llegan para transmitirnos esa "nostalgia" que todos sentimos por algún lugar, alguna época. En ese caso es más aguda porque se mezcla con una edad temprana, donde todo es mágico y "esa calle sin tiempo", esos "dulces de abuela" nos seducen con su encanto. Me encantó Irene Marks
ResponderEliminarImágenes singulares, ni una letra de más y un final que cierra un poema cuya unidad es tan sólida como tu nostalgia.
ResponderEliminarGracias por compartirlo.
Liliana Lapadula
Andamos de pérdida en pérdida, querida Patricia. Sin embargo, es evidente que tenés todo lo necesario para escribir tan bello poema. Gracias.
ResponderEliminarJorge Luis Estrella