Hasta el poema llegan como islotes
de óxido y de plancton celular,
los restos silenciosos del naufragio
en que quedan los barcos y los hombres
tras el amor intenso, el oleaje
que levanta su proa y la sumerge
al fondo de la mar y sus caballos.
Las caracolas guardan su rumor,
la lentitud sombría en que los peces
desnudos se acomodan a morir
y vuelven cristalina su belleza
de fósil, su armadura transparente,
su vertical caída hasta el silencio
en que el fondo del mar guarda la espuma
que levantó el deseo y las mareas.
En su abisal distancia deslenguada,
amor y mar comparten varias letras
y la raíz mojada por la sal
empapa cada signo tras su empeño
por la coloración y el frenesí.
La boca humedecida, la entretela
del cuerpo y sus humores ablandados,
las veintisiete letras rezumadas
por la líquida masa del amor
después se vuelven piedra quebradiza,
astilla y fósil blanco en su rescoldo,
su agalla enrojecida en el vivir.
© María Ángeles Pérez López
Hola! Cómo estás? Es la primera vez que te leo y sentí mucha fluidez y cadencia es tus poemas. Creas un paisaje hermoso que nombra al mar, motivado seguramente por la fuerza de ese AMOR, tan poderoso. Cariños.
ResponderEliminarEs impresionante como hace Gus para encontrar la ilustración para cada poema...este es espectacular. Y el poema me encantó , me gustó como lo fuiste llevando , como si el amor te aportara la música.
ResponderEliminarLily Chavez
Hola María Ángeles: un poema oceánico sobre "los restos del amor", con imágenes logradísimas:"la lentitud sombría en que los peces desnudos se acomodan a morir"; "su vertical caída hasta el silencio". Tu poema canta con gran lirismo "los restos silenciosos del naufragio"Ese "fósil" o esa "piedra quebradiza" del mar son testigos silenciosos de lo que fue "la líquida masa del amor".Un poema que fluye con profundidad oceánica. Lo disfruté mucho Irene Marks
ResponderEliminarHola María Ángeles: un poema oceánico sobre "los restos del amor", con imágenes logradísimas:"la lentitud sombría en que los peces desnudos se acomodan a morir"; "su vertical caída hasta el silencio". Tu poema canta con gran lirismo "los restos silenciosos del naufragio"Ese "fósil" o esa "piedra quebradiza" del mar son testigos silenciosos de lo que fue "la líquida masa del amor".Un poema que fluye con profundidad oceánica. Lo disfruté mucho Irene Marks
ResponderEliminarSe ve como los ángeles de tu nombre le dan alas a estos versos que indagan en el lenguaje poetizado los secretos del alma y los abisales mundos del exilio.
ResponderEliminarEl poema además une poesía y técnica.
Bien, muy bien
Walter Mondragón
Mariángeles, qué poderoso poema. Me ha conmovido. Abrazo PAOLANTONIO.
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