no sé
cuando nombro lo que quiero nombrar
lo que yo necesito que no es joda ni cuento
tal vez cuando relleno churros
con fiel dulce de leche
cuando reparo sueters que fueron a la guerra
del fútbol las bolitas el indio la rayuela
tal vez cuando empalomo
el revuelo de cabezas dormidas
y llamo al desayuno ¿te llevás la boleta?
la semana de mayo y no charles péinate
y
los beso y me besan
tal vez estoy nombrando cuando arrimo
sonrisas soñolientas a bolsillos mochilas
expedientes y cédulas
tal vez cuando me siento con la máquina vieja
del abuelo prestado
y escribo macedonio marechal girondo o manzi
alejandra olga orozco castilla eduardo ángel o gelman.
© Graciela Perosio
bello poema!!
ResponderEliminarBuen año. PAOLANTONIO.
Muy bello Graciela!
ResponderEliminarUn abrazo grande en todo eso que "nombras"... y con qué nombres! se cierra y abre tu poema a la palabra esencial de la poesía,
Gracias nuevas de año que comienza,
Montse Bertrán
Hola Graciela: este devenir cotidiano de tu poema es un murmullo vital del día y nos lleva a las acciones reiteradas,queridas, aunque automáticas.las pequeñas cosas que luego nos dolerá recordar con ternura y que son tan poema como esas palabras que se escriben en "la máquina vieja"(otro objeto que connota momentos amados).Como el"fiel dulce de leche",típico de nuestra tierra, este poema toca momentos dentro de nosotros que no pueden dejar de conmovernos, además por su forma, que fluye con tanta naturalidad.¡Excelente! Irene Marks
ResponderEliminarUn bello poema para compartir , gracias Graciela
ResponderEliminarmaria elena tolosa
Cuando crece el poema crece la palabra que nombra Hermoso el poema Graciela!
ResponderEliminarEste poema me recuerda a: "Soy porque tú eres"
ResponderEliminarMuy bueno.
Saludos.
Buen modo de decir lo que le pasa al poema que se quiere decir.
ResponderEliminarW.M.
un abrazo, graciela. y tantos poemas por decir todavía.
ResponderEliminarpoema bello y cálido, con una ternura inusual. se siente el reclamo en el fondo de la silla, de ese poquitito de nosotros mismos que también necesitamos... me encantó, gracias por compartirlo, francisco
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