Siempre el río
Y siempre el río...
me conmueve.
Su anhelo fascinante de ir viajando
y
el oleaje sin tiempo,
los reflejos de sol,
acumulados en diademas
como quien muestra el alma,
o las gotas de lluvia, salpicadas,
volviendo hacia la esencia
de cópula y misterio.
Y siempre el río...
cambiante, así como la vida.
Constructor de paisajes
trepanador de sueños.
Remontando pendientes,
volviendo a los abismos.
Un río que arrebata,
que se lleva
la aurora
trasciende la mirada.
Y vuelve...
se recuesta en su lecho de antaño.
"Rumen Limay": un "río que corre",
ajeno...
ese... que siempre lleva
sus aguas
insondables
hasta el
mar de lo eterno.
© Antonio Cristóbal Pourrere
es cierto, siempre el río, todos tenemos un río
ResponderEliminarSaludos
Ese r,io que escrurrecomo la vida misma...Un poema logrado profundo bello
ResponderEliminarHermosa descripción. Tiene la frescura y la sabiduría del agua. Un abrazo. Adriana Maggio
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