Ceñía sus sienes con
el pañuelo a cuadrito,
pelaba zapallos para la cena,
aún se resistía a
marcharse
el sol del verano,
el clarín de guerra
prodigaba sombra.
Se comía temprano,
luego a descansar,
todas las tardes el
mismo ritual,
así pasaba el tiempo
en aquella infancia teñida
de tantos colores
y algunos juguetes,
creo que fueron
muchos,
las muñecas, la
cocinita
y el bebote con
chupete
de mi hermana,
a lo mejor estarán
con ella
o perecieron en la
hoguera.
Tampoco se de la
enredadera
con sus flores
atrompetadas,
me pregunto si se
puede recuperar aquello
y solo escucho los ruidos
que llegan del bulevar
diciendo que todo fue un sueño
© María Elena Tolosa
Más de la autora en la primer parte de mispoetas:
ResponderEliminarQuerida Marà Elena:
Las cosas de la vida pasada, parecen a veces pertenecer a un sueño, sin embargo han sido parte nuestra, y es bueno recordarlas con emoción. Muy bien planteado en un hermoso poema. Te felicito y
envío Bsssss. Elena.
2 de diciembre de 2013 : 20, 10
se recupera, maría elena, la memoria defiende lo bueno. hermoso y no lo conocía. susana zazzetti.
ResponderEliminarMaría Elena, se dice que la infancia es el país del poeta y así lo siento. Es un privilegio poder hurgar en ella y desde ahí sacar y sacar secretos, tesoros, luces o sombras que nos permitan crear como tú lo haces.
ResponderEliminarUn gran abrazo
Juany Rojas
Es buena la memoria que tiñe de ternura los recuerdos, gracias por compartirlos, va un abrazo
ResponderEliminarBetty
Hermoso poema, que pasa de lo particular (recuerdos puntuales de los objetos infantiles) a lo general de la vida de todas las personas, en la que el pasado parece un sueño. Nostálgico y tierno. Un abrazo. Adriana Maggio
ResponderEliminarAy! Marieta de mi corazón. Tengo tantas ganas de abrazarte, poeta admirada, amiga querida.
ResponderEliminarAbrazo
Alicia Perrig
Bella memoria poética, un abrazo.
ResponderEliminarLaura Soledad romero