animal de presa
apenas entré al circo
me enamoré del domador
dormí en la jaula de los leones
era la más temible
la más amaestrada
todavía enloquezco ante la carne cruda
extraño tanto los aros de fuego
el cuero húmedo del látigo
y ese instante sublime
su cabeza hasta el cuello sumergida en mis fauces
¿creías que era un acto de rutina?
sus delicadas vértebras
su aliento entre mi aliento
ahora duermo en la jaula
de las presas comunes
© Laura Yasan
Más de la autora en la primer parte del blog:
sugerente, fantástico. por ésto es que a menudo visitás mi taller. susana zazzetti.
ResponderEliminarMuy bueno Laura! Placer, placer de leerte.
ResponderEliminarLily Chavez
Magnífico poema que parte del amor que ya no sirve para amaestrar, porque el yo se ha enamorado de sus tratos. Termina con una ironía, según mi parecer. Un beso Isabel Llorca Bosco
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