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18/12/13

Poema de Juan Carlos Rodríguez


Sentencia firme

Cuando me constituya legalmente,
con una orden de allanamiento
en el domicilio de tus sábanas
inspeccionaré todos los rincones
buscando pruebas contaminadas,
huellas dactilares,
o una simple averiguación de antecedentes.
Ocurre que tus manos dejaron llagas dolorosas,
pupilas amuebladas con llanto,
músicas malditas,
y paraísos perdidos en el aire.
Lógicamente vos te defendías,
decías que no eras culpable de tales delitos,
y no tuve más remedio que someterte a indagatoria,
proceder a la reconstrucción del hecho
y ver, si a través de mis besos inundados de sal
era posible un cambio de carátula,
la chance de una prisión preventiva,
o aunque sea un castigo menos intenso,
como podía ser una salida transitoria.
De ahí en más,
todo lo ocurrido
forma parte del secreto del sumario;
sólo puedo decir
que después de las historias escritas con la boca,
de los racimos abiertos con promesas,
y de la multiplicación de las caricias,
te aseguro que ha quedado sentencia firme:
deberás desparramar cenizas en poemas
jurar amores infinitos
y dejar que me acompañe
tu inolvidable aroma,
por siempre, jamás…


© Juan C. Rodríguez

Más del autor en la primer parte del blog:

2 comentarios:

  1. Me llega, estimado Juan Carlos, ese aire Benedetti de tu "Sentencia firme". Y te recuerdo de cuando visité tu linda ciudad, hace unos años, presentando mi "Infamélica". Llegue mi deseo de un gratificante 2014 para vos y tu familia.


    Rolando
    *

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  2. Juan Carlos, el amigo Rolando me robó elñ comentario. Baste decir que tu poesía la leí un par de veces... y a eso voy de nuevo. Abrazo.

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