Hay un olor
a ruido
por toda la
casa
Como si los
ángeles
con sus
alfileres
levantaran recuerdos
Hay un olor
a luz
que reclama
tus ángulos
Se mueve
entre los objetos
olfatea
cada zócalo
Se camufla
entre las crines de la alfombra
Y sube
Sube por la
manta
A éste, mi
sur
que se
despliega
© Alejandra
Leonor Parra
Foto: NOELL S. OSZVALD
Más de la autora en la primer parte del blog:
Bello poema, un primer plano para el mundo de los olores, su intrincada, incontestable sutileza.
ResponderEliminarClaudio Simiz
realmente muy poderoso en su erotismo, y muy curioso ese juego con la alfombra.
ResponderEliminarbien, muy bien
W.m.
Excelente, Alejandra Leonorl Todos los sentidos en juego con la primacía del olfato, que busca por todos lados entre intensas e impecables sensaciones, desde esta poética animalización del olfateo, busca la presencia del ser amado. Un gran beso Isabel
ResponderEliminarme gustó mucho tu texto, trasmites todas las sensaciones que describes, se siente el poema, se lo huele, hay en él la presencia tácita que destruye alguna ausencia y convierte tu voz en sustancia pura que le arrebatas al pasado vivido
ResponderEliminarme gustó mucho, pero mucho!
gracias por compartirlo, es mágico, diría! francisco