Páginas

13/12/13

Poema de Máximo Ballester




LA JIRAFITA

En el Museo de las Relaciones Rotas, 
donde la gente dona toda clase de objetos 
que pertenecieron a sus antiguas parejas 
y que se exhiben en torno al concepto 
de relaciones frustradas y sus ruinas, según explica 
el anuncio, encontré aquella jirafita que te regalé. 
La encontré con una pequeña nota, una tarjeta 
doblada en dos atravesada por un cordón dorado 
que le colgaba del cuello. En esas tres líneas 
de despedida pude reconocer tu letra. 
Lo que no pude  –y dudo de que pueda algún día– 
es adivinar quién diablos es Javier.


 © Máximo Ballester


Más del autor en la primer parte del blog:

10 comentarios:

  1. Hay una herencia en vos, una herencia de vaya saber que voz de otro tiempo que te dicta cómo hacer para que la poesía tuya llegue a los demás como un susurro, un acto de ternura, un abridor de miradas, una sonrisa.
    Besos amigo

    Lily Chavez

    ResponderEliminar
  2. Magistral poema Máximo, como toda tu obra. Felicitaciones y besos de Alicora.

    ResponderEliminar
  3. Ya es mucho que un poema te haga reír sorpresivamente, muy bien.
    W.M.

    ResponderEliminar
  4. hermoso y original! me encantó! gracias por compartirlo, francisco

    ResponderEliminar
  5. Algo de ironía hacen del poema un tramo interesante

    maria elena tolosa

    ResponderEliminar
  6. Me sorprenden tus textos, esa ternura y un sutil sarcasmo que plasman siempre una bella poesía. Felicitaciones!
    Alicia Corrado Mélin.

    ResponderEliminar


  7. Conocía el poema y me sigue encantando cuando lo vuelvo a leer.

    Abrazo,

    Alicia Márquez

    ResponderEliminar
  8. Hermoso y sorprendente, porque siempre me sorprende esa partícula de humor-ironía que marca tus palabras.

    ResponderEliminar
  9. creo que tu poema es digno de Catulo o Marcial, un excelente epigrama que te sorprende con la risa al final. Mariana Vacs

    ResponderEliminar
  10. Esta jirafita deja enigmas a su paso y es una muestra más de tu superdotado ingenio. Besos y abrazos de Catulo y Marcial.

    Jorge Luis Estrella

    ResponderEliminar