HERVOR
Hierve en la duda
la herida de una devoción rocosa
Cada latido se quema
junto al centinela del acantilado
Se aferra a su vehemencia
que se exalta devorando
todo ese vértigo pétreo
Todavía emana enigmática
su alianza de arañas
que cautiva con exorcismos la galaxia
germinando
casi como fermento de sumisión
casi como alquimia de temblores.
Todavía yace el ídolo de metal
En su dureza el
abismo.
© Norma Gianico
Hermosa poesía, cuanto trabajo.
ResponderEliminarGracias por compartirla.
Saludos
A.J.G
Fino erotismo
ResponderEliminarun placer leerte!