MORADA
Comprendí que eras la ausencia
El deseo de desearte.
Tal vez te nombre en la noche aturdida de verano
Cuando la luna llena,
definitivamente,
me abra su morada.
Sueño ser el ángel que conquistó el corazón de un sueño.
© Marizel Estonllo
Querida Marizel: el dolor de la magia y la magia del dolor nos conducen en este poema que a nadie puede dejar indiferente.Los versos donde se llega a la epifanía son "Cuando la luna llena, definitivamente, me abra su morada."
ResponderEliminarAsí es, la poesìa se nutre de lo imposible, y en estos versos, lo hace posible: "el ángel que conquistò el corazòn de un sueño".
Te mando un beso muy grande,por este gran poema y por tanto dolor
Irene Marks
Hermoso poema, que se desarrolla en un clima onírico y poético lleno de magia. Un abrazo. Adriana Maggio
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