Sin decir cuántas estrellas
En los cuencos azules de la sombra
bebía latitudes el verano.
Una luna acechante practicaba
sus estigmas de plata en los geranios;
y allí, donde fundaba transparencias
un ojo de neón, por hacer algo,
allí estaba, cumpliendo su vigilia,
hollando los perfiles del cansancio.
Parecía la vida, de tan breve,
la mitad evidente de un naufragio,
tripulaba un silencio riguroso
por las calles urgentes del espanto.
Me acerqué sin decir cuántas estrellas,
demoré su tristeza entre mis manos
y nos perdimos, juntos, en el tiempo
cuando la noche se quedó sin pájaros.
© Ariel Giacardi
Un paisaje distinto, bien creado, con un final que no obstante la tristeza gana la belleza del poema.
ResponderEliminarTe mando un abrazo, Ariel
Betty
Ariel, siempre disfruto de tu poesía y esta vez no es la excepción. Un abrazo
ResponderEliminarLily Chavez
Un bello poema lleno de tiernos matices
ResponderEliminarmaria elena tolosa
Me encantó este texto tan tierno, melancólico y rítmico. Mientras lo leía, iba viendo desarrollarse -como en una película- la historia secreta que contiene. Un abrazo. Adriana Maggio
ResponderEliminarHermoso poema Ariel ¡Un placer leerte!
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ResponderEliminarElena Cabrejas dijo::
Muy bueno el poema, Ariel.
22 de noviembre de 2013 14:57
Un canto a circunstancias de la vida, amores, nostalgias que llevan los hechos a sentir.
ResponderEliminarUn canto a la poesía.
Cariños y Muchas felicidades!!