Uno
que
lamen la inocencia
de
los peces
como
un arpón preciso
y
nosotros, chiquitos
de
lenguas endulzadas
que
hilachamos
un
desierto de fracasos
porque
sí
porque
nada más
seremos
hasta
cuándo
malditamente
niños
©
Carolyn Riquelme
Más de la autora:
bellísimo poema
ResponderEliminarexcelente!
ResponderEliminarQuerida amiga:
ResponderEliminarcreo que seremos benditamente siempre niños, sino cómo tu bello poema?!, tu palabra trasparente e inocente...
Gracias por compartirlo!
Abrazo grande grande Carolyn
María Montserrat Bertrán
Somos el niño permanente y que Felicidad !!!!!!!
ResponderEliminarbien, el poema es retador
ResponderEliminarW.m
bello, carol
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