Nosotros, dos juntos, traficábamos
la magia del espíritu inquieto.
L. Serrano.
Me arrojaría hacia la noche
con arrogancia de incomprensible cadáver;
como escombro de helada esquizofrenia.
Con incendio de ramajes
y desgarros licántropos,
de calles sitiadas por obscenos centauros
y puertos oscuros que sólo esperan
el naufragio de sus madejas
y sus viajes inconclusos.
- Es preciso comentarle en voz baja
a los oboes
las promiscuas primaveras de tu vientre -.
Recordar el ácido neón de aquel bulevar
(polvoriento y clandestino) donde contabas las estrellas
que volvían de la desidia.
Y nombrabas rígidos plenilunios,
atrios devorados por el musgo,
precipicios cegados por el humus
y una extraña manera
de beberte la luna
con mucho hielo, vodka,
y unas gotas de mundo inacabado.
Me arrojaría hacia la noche
y esperaría contigo
- insomne y deshojado –
los hijos que siempre nos negó el alba.
© Jorge Moreno De Los Santos
UN FUERTE POEMA DONDE SE SUCEDE A DESTAJO EN ESTE INCREÍBLE DEVENIR Y SU AZAROSA CAÍDA... O DESENFRENO.
ResponderEliminarLIDIACC.
Excelente remate Jorge para un hermoso poema
ResponderEliminar"Me arrojaría hacia la noche/" dices Jorge, comienzas tu poema con mucha vehemencia, hablas de esquizofrenia con agonía de incomprensible cadáver"... Me parece verte muy triste y tratando de escribir imágenes fuertes y terribles, "incendio de ramajes" y "obscenos centauros ", por un mal amor, y repites :"quisiera arrojarme a la
ResponderEliminarnoche..",pero después tejes un final espléndido, te felicito y te pido: deja de sufrir. Te envío Bsssss..
Elena Cabrejas.
21/10/13 21,30
Espectacular poema, conmovedor, y el remate, excelente. Me encantó. Sonia Del Papa Ferraro
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