Arder
Cuando nos besamos trituramos un ángel.
Su última voluntad será nuestro deseo.
Tiempo habrá para escupir sus vidrios de colores,
su
sombrero de plumas,
barajas manoseadas por tahúres y ahora
hay que hacerlo entrar,
ofrecerle licor (que él viene de morirse),
acercarle una silla (que lee en la oscuridad).
Dirá sus baratijas,
su forma de guiarnos al secreto de la vieja
estación.
Dirá que el vino está hecho de hojas secas,
que puede hacer un fuego con tu rostro y el mío.
(Ni un centavo de luz a su trabajo).
Cuando nos besamos desollamos un ángel,
un condenado a muerte que va a resucitar en
otras
bocas.
No tengas lástima por él, sólo hay que hincar el
diente
y triturar al ángel.
Abrir tus piernas blancas y darle sepultura.
© Jorge Boccanera
...hasta que ese ángel entra en nosotros se hace carne, piel y alma!
ResponderEliminarfelices los que se besan así, amigo poeta!
Cariños y gracias por la belleza de este poema!
María Montserrat Bertrán
Jorge, en vos, en "tu ángel", confluyen talento y largo camino en el oficio de poeta que honras con largueza desde hace tanto tiempo.
ResponderEliminarGracias por ese beso triturando un ángel.
Susana Giraudo
Un poema entrañable de amor magnificando al beso , muy bueno
ResponderEliminarmaria elena tolosa
Sólo un poeta..!
ResponderEliminarun beso "angelado" es este poema. Saludos!
ResponderEliminar22/10/13 18,47
ResponderEliminarSin aliento.
ResponderEliminarAbrazo
Alicia Perrig
cuando nos besamos desollamos un angel!!! me quedo con esta imagen, como ese instante perfecto del amor
ResponderEliminarsaludos poeta
patricia corrales