Esa mujer (tierna, inestable)
va detrás de la sombra de un perro más viejo
que el mundo
y escribe la historia del vendedor de escobas
como si fuera un ensayo sobre la noche.
Esa mujer tiene a veces
un brillo de tornasol sobre su nuca
Sólo a veces,
porque los días lo esfuman durante el destierro,
durante la derrota,
la derrota que se enciende puntualmente
entre las columnas jónicas -imaginadas-
a la hora en que el sol se cae,
en que el sol parece caerse para siempre.
("La última vez que nos vimos
ibas a contarme una historia, dice.")
© Paulina Vinderman
me encanta este poema, lo subí a mi blog, me gusta esa mujer capaz de escribir la historia del vendedor de escobas como si fuera un ensayo sobre la noche. Epifánico.
ResponderEliminarSaludos de Marta Ortiz
poema de honda metafisica!!!1abrazo,paulina!!!!!
ResponderEliminar¡hermoso!
ResponderEliminarAnahi Duzevich Bezoz
Siempre su poesía me deja un medio suspiro contenido para dejar pasar el aire, todo, a mis pulmones. Sin palabras
ResponderEliminarAbrazo
Alicia Perrig
Muy buena , como siempre tu poesía Paulina. Ese vendedor de escobas, mata. Gracias y un abrazo. Gastón Sequeira
ResponderEliminarMuy buen poema donde la derrota se enciende para decir otras cosas, profundas. Saludos.
ResponderEliminarQué hermoso Paulina, como siempre, hay toda una trayectoria atrás que hace que cada poesía nos entregue tanto. Enhorabuena!
ResponderEliminarLily Chavez
Qué hermoso Paulina, como siempre, hay toda una trayectoria atrás que hace que cada poesía nos entregue tanto. Enhorabuena!
ResponderEliminarLily Chavez
Hermoso y sugerente poema Paulina me encantó!
ResponderEliminaruna historia secreta para interpretar cada vez que se lee, un abrazo de María Luisa Márquez
ResponderEliminarPaulina, me gusta la sombra de ese perro más viejo que el mundo.
ResponderEliminarY el vendedor de esocbas.
Un deleite.
besos