Gestos
a mi padre
Hace tiempo
(palimpsestos de óxido y musgo)
mi padre
modelaba para mí
los gestos que hoy repito
como tostar el pan
como dejar caer todo el cielo en la mirada.
© Marta Ortiz
¡Oh! ¡Qué hermoso!
ResponderEliminarAbrazo
Alicia Perrig
no hacen falta más palabras, marta: se cuela el amor por todo el hermosísimo poema. susana zazzetti.
ResponderEliminarMarta, muy emotivo tu poema. Gracias, un abrazo. Gastón Sequeira
ResponderEliminarHermoso, incluso necesitaba de más gestos como esos. Tierno, muy.
ResponderEliminarLily Chavez
Hermoso, incluso necesitaba de más gestos como esos. Tierno, muy.
ResponderEliminarLily Chavez
Querida Marta,
ResponderEliminarcon imágenes de gran fuerza y textura, resuelto en pocas palabras, nos entregas un poema que logra conmover al lector, creando un clima de nostalgia de la figura nutricia del padre. Un poemacaricia, que nos alcanza, excelente.
Un abrazo
Elisa Dejistani
Un mundo entero en un poema Marta ¡qué síntesis perfecta!
ResponderEliminarPoemòn, Marta, felicitaciones!!!
ResponderEliminarMariana Vacs
Nostálgicamente bello Gracias Marta un abrazote
ResponderEliminarMe encantó este poema, que da trascendencia a los amorosos gestos cotidianos. Muy bello y candoroso. Un abrazo. Adriana Maggio
ResponderEliminarUn poema donde la síntesis potencia cada palabra.Felicitaciones, Marta.
ResponderEliminarUn poema donde la síntesis potencia cada palabra.Felicitaciones, Marta!
Tona Taleti
me parece que el hallazgo estriba entre la inmensidad del cielo que cae en la mirada y lo breve de la tajada de pan tostándose.Un pan, tal vez de ayer, crocante y sabio como un padre.conmovedor, Marta.
ResponderEliminarMarta, mmm quiero esa tostada.
ResponderEliminarGracias por el poema.
Querida Marta, una maravilla, esa tostada, ese cielo, esa mirada, ese padre, un beso enorme, María Chapp
ResponderEliminarTernura, originalidad, alta calidad poética en este texto., tan breve y tan bello.
ResponderEliminarFelicitaciones una vez más, querida Marta.
PILAR ROMANO
A todos, gracias por sus lecturas y comentarios estimulantes. Abrazos, Marta Ortiz
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