Poema de Ignacio Giancaspro
ALONDRA
Casi
una niña
tu
oscura tez te delata
inclinada
hacia adelante
atrás
tus brazos
Alondra cartonera
pesada
cargas arrastras
¿Acaso
habrás pecado tanto?
Te abandonaron tus dioses
Y Todos
los Dioses
Estoica
naciste
en un infierno
que
parece un mundo
al que no
perteneces
Pronto
serás mujer
semillas
de dolor
abrigarás
en tu vientre
Malditas
mentiras
que
hicieron
este
sendero de penas
Malditos
los dioses
Que
lo permitieron
© Ignacio Giancaspro
13 comentarios:
Y María Chapp, a partir del movimiento automático de los párpados, del cual casi no tenemos conciencia, enarbola un poema, maravilloso, profundo y pleno de sabiduría, como su mirada mágica sobre el universo
Felicitaciones
Ignacio
se toca la presencia física del dolor. la palabra salta el poema y nos llega.susana zazzetti.
Ignacio, tu poema-denuncia tiene fuerza y convicción. Es lamentable que lo que dice tenga tanta vigencia y extensión. Creo yo que los dioses malditos que permiten y propician esta injusticia son los servidores públicos, enfermos de poder, que tienen los medios para evitarla, pero la miran con indiferencia, y utilizan su posición ventajosa para sí mismos. Muy buen texto. Un abrazo. Adriana Maggio
El hombre es imperfecto y por ende no puede penetrar los secretos del Universo y tampoco puede eludir buscarle un sentido a lo incomprensible, si, puede escribir un poema que contenga su desesperación. Un abrazo Ignacio !
Amigo:
estos son los poemas que llamo del "afuera hacia adentro"; lo que impacta, brota con significados certeros en la voz del poeta.
felicitaciones,
Abrazos, siempre,
Gra Bucci
Querido Ignacio,
conmovedor por cierto este poema necesario, que eleva su voz frente a la indiferencia de un entorno cada vez más hostil. La palabra poética, como en este caso, es fuerza que convoca para producir situaciones de cambio. Te felicito!
Cariños
Elisa Dejistani
Bello poema Ignacio si es verdad cuánto dices pero sin dudas hay un enorme problema social detrás de todo esto , muy bueno lo vemos a diario
maria elena tolosa
¿Qué más se puede decir? Dijiste todo
Rubén Amaya
Excelente y conmovedor, querido Ignacio. No es fácil abordar un tema social tan complicado y vos lo has hecho con sabia y sobria creatividad. Un fuerte abrazo,amigo.
Jorge Luis Estrella
Poema desgarrador contundente !!!
Tremendo alegato, querido Ignacio, deja temblando por tantas Alondras.... poema necesario, colmado de tu profunda sensibiidad, besote, amigo, María Chapp
a cualquier hora hay un niño en la calle, esa es la pena de nosotros los hombres, con afecto María Luisa
Profundamente real y desgarrador. Duele, aunque lo sepamos, duele. Esa es la misión del poeta.
Un abrazo,
Alicia Márquez
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