LLUEVE
Afuera llueve.
Hay días que uno se intoxica
de café
y eso da muchas ganas
de volarse la cabeza
o ganas de renacer
o ganas de recordar tu
desnuda espalda en la ventana.
Afuera diluvia
igual dan ganas de pedir la
cuenta
y desaparecer.
© Carlos Carbone
Profundo... de una metáfora brillante.
ResponderEliminarBravo, mi poeta.
Cynthia Rascovsky.
La noche, la lluvia y la soledad son los detonantes de la fuerza de tu voz poética, Carlos
ResponderEliminarAplausos, bises y un gran abrazo
María Rosa León
ResponderEliminarBuenísimo. Me encantó.
Un abrazo,
Alicia Márquez
Muy bueno y la lluvia nos causa esos estados.
ResponderEliminarLily Chavez
Me gustó que esa lluvia tenue del comienzo termina en diluvio de emociones al final. MUY BELLO!
ResponderEliminarY sí la lluvia puede
ResponderEliminardespertar tantas sensaciones
a veces como el amor
desde Graciela abrazo
Buenísimo Carlos ¡me encantó!
ResponderEliminarMuy bueno. Me gustó y me conmovió esa imagen de "recordar la desnuda espalda contra la ventana", como si uno estuviera allí, pero al mismo tiempo se viera estar, desdoblado, meditando acerca de la lluvia y la soledad. Un beso. Adriana Maggio
ResponderEliminarUn recuerdo enmarcado en un ventanal por el que se ve el diluvio borroso. Si tal vez sea mejor pedir la cuenta y caminar bajo la lluvia. Hermoso, Carlos, dolorosamente hermoso...
ResponderEliminarBellísimo poema Carlos!!! y como siempre, con esa sensualidad que se deja ver. Me encantó.Sonia Del Papa Ferraro
ResponderEliminarHermoso poema...la lluvia, creo yo, es la mejor amiga de los poetas. Nos ayuda a expresar esa nostalgia, o el dolor... nos inspira,nos acompaña.
ResponderEliminarDulce tristeza y poema maravilloso.
Un abrazo
Celina
que belleza de texto, tan así, tan así, deslumbrante!!!
ResponderEliminargracias por compartirlo y enseñarme, francisco