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Perros
en la noche
solo
perros
son
la compañía que quiero
animales
nocturnos que saben como yo
que
hay más seres
del
otro lado de la soledad
lejos como la distancia
hasta
esta luna que aparece
iluminándolo
todo
perdonando
tanta oscuridad
perros
en la noche
ladridos
como puñales en la sangre
que
corren lentamente
dolorosamente despacio
soy
alguien a pesar de todo
en
este momento
soy
quien quiero ser
quien
debo ser
quisiera
morirme un día así
estoy
vivo al filo de la vida
atrapado
en este sueño
extraño
y misterioso
realidad
cruda indomesticada
sin
velos sin trampas
sin
mentiras generosas
solo
con la verdad posible
mordiendo
cada minuto
abrazado
por una vez
a
la certeza de la existencia
un
ruego
nada
más que un ruego:
que
mi palabra silenciosa
esté
a la altura
de
la música
de
estos perros en la noche
© Daniel
Martínez
Qué lindo poema, y qué hermoso el ruego final. Todo el texto discurre para llegar a esa bella estrofa que cierra como un broche. Me gustó mucho. Un beso. Adriana Maggio
ResponderEliminarEs verdad esa extraña sensación del ladrido de los perros en la noche , nos hace pensar muchas cosas sobre el mas allá que si existe y nos pone en vilo en la soledad de las horas nocturnas
ResponderEliminarmaria elena tolosa
Todo lo que - crean - los perros de la noche!! con tu palabra silenciosa.
ResponderEliminarProfundo.
Un cariño
"palabra silenciosa que esté a la altura de los perros en la noche"
ResponderEliminarguau, buenísimo.
Anahí Duzevich Bezoz
De dolor y de ansia se podría titular. Es un poema de una belleza sombría, simbolista.
ResponderEliminarW.M.
Esa noche Daniel fuiste una cuerda que vibró en la mas alta escala
ResponderEliminarA la música de los perros de la noche se sumó la melodía de tu palabra. Aúlla como aquéllos.
ResponderEliminarMaria Cristina Fervier
Muy bueno !!!!
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