La ausencia
reverbera
en el alma
y la colma
de nostalgias
abrazando la
vida,
incluyéndolo todo.
El viento es
una voz adormilada
y el
silencio un suspiro:
simulación
fantasmagórica del fuego que se funde
en el
corazón de la piedra.
Nostalgia
etéreamente espesa.
Evaporación
de la decantada existencia.
Hoy, la
palabra
que amasija
la música inalienable del deseo
como una
herida sangrante en el amanecer,
el eco de
una mirada divisando el horizonte
esperando el
despuntar del alba en días de niebla.
Universalidad
que escalofría…
Sin la
mínima calidez de los cuerpo,
el sol es una efigie escalofriante
que
nos recuerda que el tiempo
pudo haberse
llevado también la luz.
© Alberto de
Jesús Goicouria
Los últimos cuatro versos resumen el poema y dicen todo
ResponderEliminarUn poema completo donde la palabra es eje principal como enlace a esa universalidad ..me gusto mucho
ResponderEliminarcariños
susana Roberts
Hola. Muchas gracias por sus generosos comentarios y a Gustavo por brindar siempre este espacio.
ResponderEliminarSaludos
A.J.G
Muy bueno. Lleno de imágenes espléndidas a pesar de la mirada apocalíptica que traducen. me gustó mucho. Un beso. Adriana Maggio
ResponderEliminar