Sembraré
veleros en los desiertos
ya
que hoy son mares ocultos.
Velámenes
de sal en el mástil posterior a los ojos.
Descartadas
las formulaciones del verbo
vamos
a ciegas por inclinaciones devastadoras.
Seré
un breve marino que sujeta sus amarras en el puerto de tus pechos.
Preparo
a las aves para que canten en tus oídos.
Y
zarpo en soledad después de cada puerto derruido.
© Víctor Hugo Valledor
Zarpas en soledad y dejás la maravillosa estela de tu poema ¡hay que cargar con ese nombre ji ji !
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