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17/6/13

Poema de Mónica Angelino


 
cae la baba
hay huesos
que el hambre 
 
no puede roer. 
 
© Mónica Angelino

16 comentarios:

  1. Guauuuuuuuuuuuuuuu
    Mónica temblé al leerlo

    desde Graciela abrazo

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  2. Para conmover hasta las piedras, Mónica.
    Aplauso cerrado y de pie, bises y besos
    María Rosa León

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  3. once palabras: no hace falta más. felicitaciones. susana zazzetti.

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  4. Querida Mónica
    Tu poema tiene mucha fuerza, ya que ‘el hambre’ se puede referir tanto
    al hecho concreto (y esto se apoyaría también en el verbo ‘roer’ y la desesperación que transmite) como al hecho del cumplimiento de una imposibilidad, cuando ‘cae la baba’ que denota una situación límite .
    Lucidez extrema en esta mirada valiente y ¡por supuesto, un grandísimo poema!
    Con cariño Irene Marks

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  5. Difícil agregar algo a este texto diamantino, hay que cuidarse de sus filos.

    Claudio Simiz

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  6. Moni siempre con tu locura tan precisa bendiciéndonos.
    Gracias por regalarnos eso.
    Sos hermosa.
    "Y además te quiero, y hace tiempo, y frío"

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  7. Una poeta tan cálida, escribiendo este poema !!
    Te quiero bella!!
    Mi cariño incondicional!!
    Besos

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  8. Espléndido poema. Denuncia certera que pega como una cachetada. Impecable. Un abrazo. Adriana Maggio

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  9. Un poema con tu sello. De esos breves que tanto me gustan (aunque terrible!)...

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  10. Pa' la antología de la Angelino, querida Mónica.


    Rolando (de Flores, como lo ha sido Francisco, residente ahora en Europa).

    *

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  11. Breve tremendo, lacerante, un abrazo, María Chapp

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  12. Mónica, este Tu poema, me dejó angustiosamente en el aire, es la primera vez que siento ese hambre atroz
    Mas no puedo decirte POETA
    Ignacio

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  13. Mónica,
    tu poema es como un flash a la miseria, un fogonazo que al contrario de encandilar , despeja la mirada y deja un destello de dolor.
    Un abrazo
    Juany Rojas

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  14. ¡Uy Dio, tan breve y contundente!
    Un abrazo, de los que ayudan a taparle la boca al hambre.

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  15. Mónica:
    Imposible decir tanto, con esa economía de palabras.
    Y la contundencia que golpea.
    Un abrazo,
    Gra Bucci

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