Desnuda en la tienda
No era coqueta
Era fuerte.
June Jordan
Necesito ropa, dijiste. Una blusa
alegre, de color subido. Y fuimos
a la tienda. La chica que nos llevó
a los vestidores se llamaba Tula.
Te queda rico, dijo, te queda de novela.
Nos metimos las dos en esa caja,
entrábamos apenas.
Como no había asientos ni percheros
te ofrecí mis brazos.
Te sacaste el vestido, la campera,
te sacaste la blusa, las hombreras,
te sacaste el turbante, la remera,
te sacaste el corpiño, la bolsita de mijo,
te miraste al espejo y me miraste
y yo vi tu pecho crudo, las costillas
al aire, y después tu corazón
como una piedra, fuerte y fatal
como una piedra.
© María
Teresa Andruetto
Increíble imaginación, a causa de una blusa.
ResponderEliminarMe encantó!!
Saludos!!
me encantó, gracias por compartirlo
ResponderEliminarfrancisco
Tremendo este hermoso y profundo poema ...Abrazos
ResponderEliminarEs un texto extraño, lleno de sugerencias, y que me inspiró un sentimiento de tristeza.
ResponderEliminarya lo habia leido, pero me siguio gustando. Directo y misterioso,como la luz al asomarse el día.
ResponderEliminarabrazoss, Marta
EL POEMA SE DESVISTE DE SUGERENCIAS , UN ABRAZO DE MARTIA LUISA MARQUEZ
ResponderEliminarSugerente y fatal, como una piedra.
ResponderEliminarLlegamos a ese corazòn con tus palabras que van desvistiendo la belleza. Muy lindo!
ResponderEliminarLlegamos a ese corazòn con tus palabras que van desvistiendo la belleza. Muy lindo!
ResponderEliminarQué interesante, María Teresa, que utilices esa rima tan marcada"campera-hombrera-remera"ya preparada, insinuada en los asonantes"novela""apenas". Un poema muy libre y contundente como ese finala "pecho crudo".
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