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17/6/13

Poema de María Julia Druille


Solo sed 

juegos de niños
nada tan febril la siesta la canícula
para dormir sacarse
                          las manos
infinito de sol en las almohadas
había que explorar puertas 

una mirada húmeda como de algo prohibido
¿Quién enciende los sueños
                          el corpiño sobre
todo tan cómplice las risas la siesta la canícula
nada tan tembloroso la camisa blanca
               malicia en las manos
               el alma erecta 

© María Julia Druille

3 comentarios:

  1. Muy bueno! Un poema con algún interrogante.
    Abrazos
    Elisabet

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  2. Cómplices.
    De todo ello.
    Gran poema!!
    Un cariño!!

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  3. desde que lugar nos indaga este poema, la erecta poeta nos seduce con su vaiven de imágenes para entregar su afán de poesía.
    Muy bien1
    W.M

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