A Héctor Negri
El cuerpo se ama o se sufre.
Incluso cuando se habla con Dios
incluso cuando se convive con esa insegura
y al mismo tiempo devota, triste, melancólica
y hasta dolorosa conversación interna.
Se está infinitamente desolado
por debajo del niño y de la última esperanza.
© Lidia Vinciguerra
Impecable.
ResponderEliminarUn cariño Lidia!
muy bueno,lidia..me encantó
ResponderEliminarmaria del mar
"La insegura, devota y triste conversación interna y la desolación por debajo de la última esperanza". Admirable síntesis, Lidia de los estados íntimos del ser.
ResponderEliminarMe encantó la ubicación final de la desolación, Lidia, un hallazgo. Abrazo.
ResponderEliminarAsi es ...se está infinitamente desolado por debajo del niño...Bello Gracias Un abrazo..
ResponderEliminarLidia, una poesía que añora la eterna alegría infantil...
ResponderEliminarPOR DEBAJO DEL NIÑO AFLORA LA POESIA INFINITAMENTE BELLA , GRACIAS MARIA LUISA MARQUEZ
ResponderEliminarMonumental.
ResponderEliminarOsvaldo
Hermoso poema..."desolado por debajo del niño"
ResponderEliminarMuy bueno
Abrazo
Alicia Borgogno
Muy bueno, especialmente el remate. Me gustó mucho. Un abrazo. Adriana Maggio
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