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26/5/13

Poema de Paulina Vinderman


 
He hablado tanto de las cúpulas de mi ciudad.
Hoy se cierran como paréntesis sobre la tarde,
sobre mí, abrigándome, arropándome contra la luz,
a la hora de la carencia, mientras un tropel de versos
olvidados sacude las puertas como el viento sur.  

Esperé —espero todavía— algo más grande que
nuestras vidas,
la verdad como única traición.  

El terror a sentir deseo de morir está impreso
en cada despertar ordinario (una pausa melodramática
y poco reflexiva; sólo consuela su constancia).  

Me iré desde mi mesa de trabajo hacia la noche escurrida,
con mi libreta, mi pobre vocabulario y mi ansia de
estrellas para una seca oscuridad.
 

© Paulina Vinderman

8 comentarios:

  1. Paulina dejé en letras más pequeñas para que no se pierda la estructura del poema, besos, Gus.

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  2. Me gusta como escribe Paulina! La felicito

    Horacio

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  3. Hay mucho para pensar en estos versos que incluyen la melodramática e interesante pausa. Hay mucho en los versos de Paulina, como siempre.

    Lily Chavez

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  4. una estructura que sin dudas habla en el poema.
    saludos
    Anahí Duzevich Bezoz

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  5. MILAGROS RODRÍGUEZ28 de mayo de 2013, 14:10

    En la hora de la carencia sólo hay que abrir "esa libreta" que te acompaña

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  6. muy buen poema, gracias Paulina!!!
    Mariana Vacs

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  7. Poeta, què terrible anuncio haces, y sin embargo, que bellla forma de decirlo. Tu poema es impecable, tu anhelo es el mìo, yo traigo sed de estrellas... quizàs por eso te leo.
    W.M

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