AUSENCIAS Y REGRESO II
El regreso es un pájaro nacido en cautiverio
que se empluma de besos para entibiar el nido.
Es la policromía de una estrella engarzada en medio del desierto
clamando la mañana.
Tiene una bruma dulce para amar al rescoldo
y renacer despacio en su hoguera de pétalos.
Es el ebrio galope del potro de un abrazo
cuando los dedos palpan la mitad de su sombra
y arrullan la nostalgia como a un recién nacido
y abren los ventanales para que entre la aurora.
Los barcos agoreros zarpan de madrugada
y se alejan anónimos, tras sirenas de niebla.
Porque el aire embalsama los recuerdos penosos
y se puebla de trinos la luz de la alborada.
El regreso es un nido frondoso y confortable
para que habite el alma y restañe su herida.
Pensando bien, la ausencia, es la semilla ardiente
que germina con llanto las flores del regreso.
©
Olga Liliana Reinoso
Arrulla tu poema.Besos
ResponderEliminarTu "semilla ardiente"...regresando de esa "hoguera de pétalos"!
ResponderEliminarBella esperanza que nos da la vida y la poesía...
Un abrazo Olga
Marúia Montserrat Bertrán
ResponderEliminarBellísimo poema, Olga. Los barcos agoreros zarpan de madrugada, sí, y cuando vuelven, traen este poema. Por suerte.
Un abrazo,
Alicia Márquez
Lindo, muy lindo leerte Olga. Me lleno los ojos de imágenes y sensaciones.
ResponderEliminarLily Chavez
Este poema es un portento de bellesa que armonía imitativa, que fuerza que tono más hondo y alto, que bien
ResponderEliminarW.M