Estamos empecinados
en lo que hay más allá
en el encima de
en el detrás
en la meta que extrema la mirada
pero el horizonte no es un barco
que se distrae con el agua
es una línea que nos mira
con un ojo que asfixia.
© Liliana Chavez
Me quedé pensando en lo que dice el poema. El horizonte es más bicho que nosotros, el nos acosa, y creemos que es al revés cuando vamos en su búsqueda. Me gustan los poemas cuando me hacen trabajar la cabeza. Te sigo amiga,
ResponderEliminarHoracio
una filosofía de vida: bella, terrible y acertada. me fascina. abracito. susana zazzetti.
ResponderEliminarEse horizonte siempre tan inalcanzable al bode de la mano
ResponderEliminarmuy bueno Lily, no es un barco, somos nosotros los que nos movemos hacia él, para nunca llegar.
ResponderEliminarhermoso poema, saludos
Anahí D.B.
Lily querida, vengo de sentir angustia con tu libro, asi que esta poesía me sorprende y me gusta. Una mirada filosófica sobre este devenir nuestros que nos pone ante un horizonte al que nunca llegamos y que tiene un "ojo" que nos asfixia. Es buenísimo.
ResponderEliminarAndrea Casas
LILY, ME PARECE ESTAR ESCUCHANO ESTE POEMON CON TU VOZ CORDOBEZA GOLEANDO EN MI MARTILLO CONTRA UN YUNQUE DE EMOCIONES!!
ResponderEliminarBESOSSSSS
... es un ojo que asfixia.. Tremendo!! Bello poema, para la reflexión, aunque a veces también es un barco donde dar un bello paseo.. Abrazo!! Fabiana León
ResponderEliminarEs un poema para reflexinar querida Lili , me gusta tu poesia es expresiva y llena de sabiduria
ResponderEliminarmaria elena tolosa
Realmente, una vuelta de tuerca poética para nuestras búsquedas y creencias. "Un ojo que asfixia" Muy interesante y una figura que amedrenta.
ResponderEliminarEs cierto, el horizonte es una línea que nos empeñamos en desconocer y además posee un ojo que asfixia.¡Qué final! Abrazos
ResponderEliminarRosa Lía
Es perfectp. LILY. `Por mirar los bosques no regamos la plantita que tenemos delante. Sabés que a mí también me inquieta el horizonte porque estoy sometida a un exigente mandato. Besos desde Buenos Aires, amiga. Isabel Llorca Bosco
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