En el olvido
no
ya para sostener
su estantería
de disfraces (verdaderos
holocaustos)
que hilvanen de la siesta
niñas concubinas
las organzas
y no es de Ilisca
ese aire
va a triscar
se escucha porque espía
y estornuda
(el ciclista -en expreso-
nos lleva a la tierra feliz)
cartas habríamos
de mandar nos (siempre)
ya
no
atardece
si girase la mirada
la regadera de mudos
sobre otra jarilla
o los cerezos
que cante el gallo
que destranque el portón
que abra la tapa del aljibe
que se llene el balde:
agua fresquita agua bendita
pero
escondía el libro
en ese pozo
debe estar
ahí
mojado como el sapo
como la cal
que purifica los olores
( bebámos y bebámos)
mientras anda la mosca
por el mostrador
y los géneros revueltos
-se voló
qué bella frase
se nos habría
ocurrido en el andén
© Susana Szwarc
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