Poema de Hilda Díaz
Voces
yo no sé de la infancia más
que un miedo luminoso y una mano que me arrastra a mi otra orilla" A.
Pizarnik
ciertos recuerdos circundan el borde de la noche
aguardan el pequeño espacio
la luz necesaria de mi memoria / el adormecimiento
de mi voluntad
un momento hueco se filtra y se esconde
la voz errante infantil abre la puerta / del artificio
un temblor apacible
ese saber ingenuo de conocer
que nada ni nadie podía reemplazarme
y este reconocer profundo
que tal vez no haya nada / más allá de esta desolación
de esta búsqueda incesante / urgente
de rozar la felicidad
este esmero agobiante de pulir caminos
este oficio de lustrar con mi vida
son mis horas estrujadas y / vueltas a limpiar
colgadas al sol de cada mañana
bajo la copa del gran árbol
me siento / a esperar mi infancia
inalcanzable
como el monigote trazado sobre el cristal húmedo
primer hombrecito en el espejo empañado
tan suyo / tan desesperadamente mío
como la eterna mirada de la lluvia
todo se borra / se queda
sin embargo nada permanece / en mi memoria.
ciertos recuerdos circundan el borde de la noche
aguardan el pequeño espacio
la luz necesaria de mi memoria / el adormecimiento
de mi voluntad
un momento hueco se filtra y se esconde
la voz errante infantil abre la puerta / del artificio
un temblor apacible
ese saber ingenuo de conocer
que nada ni nadie podía reemplazarme
y este reconocer profundo
que tal vez no haya nada / más allá de esta desolación
de esta búsqueda incesante / urgente
de rozar la felicidad
este esmero agobiante de pulir caminos
este oficio de lustrar con mi vida
son mis horas estrujadas y / vueltas a limpiar
colgadas al sol de cada mañana
bajo la copa del gran árbol
me siento / a esperar mi infancia
inalcanzable
como el monigote trazado sobre el cristal húmedo
primer hombrecito en el espejo empañado
tan suyo / tan desesperadamente mío
como la eterna mirada de la lluvia
todo se borra / se queda
sin embargo nada permanece / en mi memoria.
© Hilda Díaz
6 comentarios:
guau! me has hecho cimbrar! hermoso texto, fuerte, triste y real
gracias por exponerte tan desnuda
francisco
Excelente poema. Tiene un clima de nostalgia de lo que no se vivió, de demanda, de desolación y de adulta desesperanza. Muy bueno. Un abrazo. Adriana Maggio
Gracias Francisco, gracias Adriana, por la mirada especial y atenta con la que han leído el poema.
Un abrazo
Hilda Díaz
La nostalgia que anida en todos nosotros vuelve a través de tu hermos poema
Bella y conmovedora tu evocación, Hilda.
Aplausos, bises y besos
María Rosa León
Hilda, si cada vez que buscás encontrás una constelación de palabras como ésta no te canses, no estrujes que tus días están llenos de sol a pesar de "la eterna mirada de la lluvia". Con el temblor de los primeros descubrimientos, encuentro tu amistad de poeta. Un beso Isabel
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