por esta vida a contramano
para mí sería
suficiente
vestir a los duendes
de piel negra
pero yo los veo de
colores
sobre todo en el
invierno
dulce idea de no ser
la del triste tango
que me nutre
total no cuesta mucho
sonreír como una idiota
y seguir adelante
como si nada
y entonces es posible
pienso
que mis ojos se
vacíen
de ver los rasguños
de un te amo
escuchado en piel
remota
vestida de noche para un amanecer
ahora
por esta vida a
contramano
sigo peléandole al
absurdo
a esta obsesiva
melanco
por heridas que parí
como surcos que se
abren
a mis brazos cansados
habrá tanto por
acariciar
que ni siquiera
conozco, todavía
y por esta vida a
contramano
insisto
en que la voz de la
existencia
retorna en positivo
y me anuncia sus
certezas
para seguir
intentándolo
© Graciela Licciardi
ResponderEliminarA contramano de la vida, sí. Como casi todos. Pero qué poema maravilloso que te inspiró.
Un abrazo,
Alicia Márquez
David Antonio Sorbille dijo...
ResponderEliminarQuerida Gra: uno de tus poemas màs elocuentes. Te felicito. Un abrazo