lluvia
como
lo esperábamos
la
tormenta fue dentro
se
volaron los geranios del jardín
junto
con los retratos de papá y mamá
un
tornado arrancó el techo de la infancia
y
un trueno se escuchó tan fuerte
que
mis tristes bichitos
se
escondieron debajo de tu lámpara
sobre
mis hombros
se
escuchaba llorar
la
lluvia de casi un siglo
y
lentamente de la garganta
brotaron
lágrimas de moras y pellizcos
se
angostó el camino de los versos
abriéndose
las grietas de mi más reseca tierra
me
quedé
muda
desnuda
desolada
inundada
de mieles y limones
aún
sigo buscando llegar a alguna orilla
para
poder desprenderme de estas algas
de
esta piel de musgo que no es mía
no
llovió afuera
como
lo esperábamos
y
el cielo pesa otra vez
como
si fuera un muerto.
Precioso Germana, me encanto leerte, lo resumo en: un tornado arranco el techo de la infancia, la lluvia lleva un siglo"
ResponderEliminarun abrazo poeta
Patricia Corrales
ResponderEliminarBellísimo poema.
Un abrazo,
Alicia Márquez
Desnudarse.
ResponderEliminarBrota cada gota del sentir.
Maravilloso!!
Me encantó.
ResponderEliminarY sentí, en los hombros y la cabeza, ese cielo que
"pesa como si fuese un muerto".
Saludos
Mónica Fazzini
Hermoso poema, que da categoría estética al dolor. Bellísimas y melancólicas imágenes, que dejan un nudo en la garganta. Muy bueno. Un beso. Adriana Maggio
ResponderEliminarno afuera, llovió en el adentro de los dos, ese día, esa tarde, esa noche de lluvia en el hasta pronto,
ResponderEliminargracias, ger