EL RESENTIMIENTO
Se esconde en el lugar más oscuro del corazón,
ahí donde el
recuerdo se convierte
en un párpado que
quema
o en materia lenta
que carcome
el poco amor deshecho.
Se remonta a un
viejo dolor
o a un pantano
donde las heridas
se clavan para
siempre.
Ni plantas allí,
ni ojos que consuelen,
ningún abrazo que
apague la espina,
por eso permanece
en el oscuro fondo
y prefiere el
punzante grito que martilla,
el murmullo de la
propia soledad,
la vana sombra.
Su enemigo es el
dulce amor,
la palabra de
amor,
el porvenir.
Se ha quedado
allá,
lejos,
completamente
solo.
© Amalia Abaria
precioso! muy buena radiografía del alma. Felicitaciones!
ResponderEliminarQué buen criterio para tratar un tema fuerte, bellísimo, me gustó, el amor es el que salva.
ResponderEliminarUn abrazo
Betty
es para pensar, sentarse a pensar y dejar que tu texto te penetre lentamente y ahí reconozcas cuanta razón tienes... me gusta tu voz, el clima que generas...
ResponderEliminargracias, francisco
Amalia tu poema me tocó fuerte
ResponderEliminarpara leerlo y releerlo
desde Graciela abrazo