Los días no dejaron rastro
sólo el temor amanecido de la puerta
tanta luz
tantos errores por cometer
Hoy las horas sin inquietud
cuadernos de citas en blanco
males sin enigma
penas gastadas como los codos de una chaqueta
© Silvia Mazar
" luz" " horas sin inquietud",no hay rastros, pero sí hay un final impactante en este poema. susana zazzetti.
ResponderEliminarNo sé bien cómo... pero este poema de llenó de zozobra la tarde...
ResponderEliminarClaudio Simiz
Hermoso y sutil `poema con toda la eficacia que las palabras, Silvia, pueden dar. Un abrazo Isabel Llorca Bosco
ResponderEliminarBelleza para un poema con el perfume de la tristeza, pero de tanta luz...
ResponderEliminarBesos
María Montserrat
Esa manera de decir tan tuya, querida Silvia, en la que las palabras producen dolor aunque tengan la textura del pétalo de una rosa. Besos.
ResponderEliminarJorge Luis Estrella