EL TEMA DEL VERANO
Primero hemos perdido la armonía
o la ilusión de que surgiera,
según razón y sentimiento.
Luego, la melodía se dio en fuga
-vaya paradoja, Johann Sebastian-,
en previsión de los oídos fáciles
que imponen su poder de vacuidad.
Ahora, ni siquiera el simulacro
de una frase que concluya
en medio del fragor de los parlantes.
Muy Venerable Buda: ¿qué dirías
ante tantos senderos allanados
que prometen, con ruido y ligereza,
llevarnos del instinto hacia la nada?
© Mariano Shifman
Interesante poema Mariano y ni te digo de la imagen elegida por Gus.
ResponderEliminarLily Chavez
buena pregunta, tan real, tan desprovista de respuestas, tan poco reformulada tal vez temiendo su verdad. susana zazzetti.
ResponderEliminara su modo satirico sin ser escrito en lengua popular, es un trabajo valioso este de Shifman, me seduce esa idea de invocar a Buda para nombrar la vaciedad de estos tiempos.
ResponderEliminarBien.
Walter Mondragón
Algún día puede que volvamos a escuchar, al pasar frente a una disquería, alguna melodía de Mozart,o de Beethoven, pero algo que merezca llamarse melodía y nos calme o nos eleve. Recuerdo hace muchos años, en la calle Florida,aquella casa de música...
ResponderEliminar(¿cómo le llamaba?) Uno se paraba para escuchar, era tan hermosa esa interrupción del paso apresurado para beber un trozo de belleza...
Como cuando se lee un poema como el tuyo.
Celina
¡Muchas gracias por los comentarios, y también a Gustavo por la excelente ilustración del poema!
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ResponderEliminarSí. El tema del verano nos trepana hasta la inconsciencia, nos hace babear de tanta estupidez. Tu poema, magnífico.
Abrazo,
Alicia Márquez
Muy original el cambio de interlocutor: esa especie de monólogo o pensar en voz alta que cierras dirigiéndote a Buda. Un humor fino, diría Bach. Chapeau!
ResponderEliminaruna beiesa, una joyiita el puema (casi en cordobés), ojalá sólo sucediera en verano nada más!
ResponderEliminarrealmente me encantó tu texto
gracias por compartirlo, uno aprende
francisco