El Vacío De La Paloma
A esa hora invisible todavía
una tiznada paloma
se escapa de mi balcón.
Ha comprendido que atrapada
en la lujosa decadencia de los hierros
tal vez no me sea grata.
Por eso carga el cielo
Y se va por las aguas del este.
El minúsculo arabesco ya no existe.
Pero su vacío permanece.
Y poco a poco
va creando el pico, las patas, las alas
de otra tonta paloma
que en hierros decadentes
tiembla.
© Héctor Miguel Ángeli
Por eso carga el cielo y se va por las aguas del este. (Me pareció precioso) Gracias Héctor por la exquisitez de tu poesía.
ResponderEliminarLily Chavez
Un poema que implica la libertad absoluta con detalles importantes
ResponderEliminarmaria elena tolosa
Me encantó tu poema, Héctor; la vida toda, sus derrotas y triunfos sucesivos nos envuelven entre hierros y palomas. Feicitaciones.
ResponderEliminarClaudio Simiz
UNn poema que vuela alto y que es abierto.Espléndo. Un abrazo Isabel Llorca Bosco
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ResponderEliminarEl poema :
Un arabesco perfectamente diseñado
Hector Miguel, me gusta en tu poema el juego de lo invisible y lo visible, de lo que aparece y desaparece y nuevamente aparece, es como un sombrero de mago.
ResponderEliminarLa hora invisible y al tiznada paloma excelente inicio para esta secuencia de presencias y vacíos.
Un abrazo afectuoso
Carmen Amato
Así la vida; siempre habrá otra paloma que tiemble ante la incógnita.
ResponderEliminarSaludos, Lina
Es tan única la paloma, como todo lo que habita en la tierra.
ResponderEliminarComo estos versos.
Abrazo