Todavía
En el laberinto de este cruel destino,
perdida en la sombra,
sin meta ni sino,
envuelta en silencio,
sin ley ni camino,
sentada en espera del último aliento,
llena de recuerdos que hieren muy hondo,
plena de preguntas que se lleva el viento
y que en soledad yo misma respondo
Perdido el impulso que me sostenía,
mi mente alocada, sin control alguno,
me habla, me dice, me insiste, me grita,
y vuelve y revuelve en la misma herida ,
cuando ya no duele,
cuando está cerrando,
me azuza, me empuja,
hasta que consigue
que sangre, que hiera.
Que lo siga amando.
© Celina Vautier
UN CONSTANTE DOLOR QUE SE ESPARCE UN SALUDO DE MARIA LUISA MARQUEZ
ResponderEliminarEse final que se anuncia, pero igual conmueve...me gusta.
ResponderEliminarClaudio simiz
Muy buen ritmo, que sostiene y profundiza la idea de la recurrencia del amor que se niega a terminar, que insiste en permanecer en el corazón del yo poético. Un beso grande. Adriana Maggio
ResponderEliminarSeguir amando ,es asi lo dice el destino
ResponderEliminarmaria elena tolosa
David Antonio Sorbille dijo...
ResponderEliminarEstimada Celina: sin dudas, conmovedor poema!. Un abrazo
¡Una bella canción de amor, Celina!
ResponderEliminarAplausos, bises y besos
María Rosa León