NEGACIONES
II
A
costa de qué me he protegido
del
dolor que me encandila con luz negra
y
me muestra figuras nebulosas
con
la silueta de tu índice moviéndose
con
suma lentitud
como un péndulo
de
izquierda a derecha.
© Carmen Amato
CARMEN, me encantó el poema, me roza, me toca, me llegó profundamente. Un abrazo
ResponderEliminarLily Chavez
Es difícil, lo que argumentas ,creo que debes profundizar mas y sentirás alivio
ResponderEliminarmaria elena tolosa
Esa impotencia contra tu propia actitud, que manifiestas en el primer verso. Me gustó mucho Carmen
ResponderEliminarAbrazo
Alicia Borgogno
Hermoso poema, Carmen, que el país de las nubes nos vuelva a unir con su magia!
ResponderEliminarUn abrazo, Mariana Vacs
Carmencita, qué doloros...está muy bueno, besos
ResponderEliminarsusana rozas
Muy buen poema. En la teoría del amo y del esclavo, de Hegel, el sometido no se libera por su miedo a la muerte, al dolor. A cambio de eso sus deseos quedan hipnotizados por el no del amo, según tu poema, que tanto nos puede conmover cuanto existen poetas sometidos. Y también a los que se creen libres.Mi admiración y afecto
ResponderEliminarIsabel Llorca Bosco
Ese dedo, como un fantasma que niega, que no deja ser...no ha impedido sin embargo la libertad que otorga la escritura para denunciar y con ello, reparar el dolor.
ResponderEliminarUn abrazo
Juany Rojas
Muy bueno, Carmen. Profundo. Abrazos.
ResponderEliminar¡Qué buen poema, Carmen! La poesía siempre como espacio de libertad.
ResponderEliminarAplausos, bises y besos
María Rosa León