Poema de Eduardo Espósito
CALIDOSCOPIO
Me voy cayendo al
sol
Todos parecen
darse cuenta
La hierba es fina
Mis manos
transpiran soledad
ingravidez
La grave-edad
desacelera para mí
con su manojo de
arrugas
No hay cremas
paliativas
para el cansancio
de los materiales
Mi cuerpo es un
satélite en desuso
Me voy cayendo al
sol
como ellos
que encremados de
espanto
reparten Pancután
y botiquines
Ayer fuimos más
que Dios
hoy somos pasto
Mis manos queman
cromo
La hierba es
inasible
Y el destino
amarillo.
A Ray Bradbury
© Eduardo
Espósito
7 comentarios:
Del encuentro (generalmente fortuito)de la paradoja y la sensibilidad suelen nacer cosas espléndidas y tal vez impotentes, como la poesía.Bello texto.
Claudio Simiz
Buen tratamiento del tema, felicitaciones Eduardo.
Lily Chavez
Buen tratamiento del tema, felicitaciones Eduardo.
Lily Chavez
Excelente poema, no hay nada que haga posible que nuestro cuerpo no se canse.
Abrazos
Elisabet
Eduardooooooooo, qué lindo. Me gustó tu "cansancio de los materiales"... gracias siempre por esa miráda cómplice
Eduardo:
Me encantó tu poema y ese destino amarillo del cierre.
Aplausos, bises y un gran abrazo
María Rosa León
Muy bueno tu poema Eduardo!
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