Un hilo ígneo se arroja al vacío flagelando flores,
flameando arena
entre espasmos azabache.
Se ven indefensos los pétalos
fundidos en el mármol,
fraguados en el frío.
Y muy detrás, tu sonrisa
de dios hastiado.
© Marina Cecilia Kohon
Bellísmo!un abrazo
ResponderEliminarSilvia Loustau
Un poema fuerte y contudente. Me encantó!!
ResponderEliminarBesossss
Muy buen poema donde va del fuego al frío, El hastío se empecina con la flor, creación inútil y perfecta como el poema bello. Frágil, que su mismo padre la puede calcinar. Tu poema brilla en sus aliteraciones, por ejemplo flagelando, flores,flameando, indefensos,fundidos, fraguados, frío, y la llevan las palabras polares de la vida y la muerte, en un poema tan breve. Un abrazo Isabel Llorca Bosco
ResponderEliminarMuy bello poema!
ResponderEliminarLaura soledad romero
Que lindo leerte, Marina!!! Un abrazo!! muy buen poema!
ResponderEliminarMariana Vacs
Imposible no conmoverme con este poema y qyé imágenes para decirlo.
ResponderEliminarAbrazo
Betty
Marina querida, me encantó. Esas brevedades tuyas... estoy tratando de imaginar un dios hastiado. Gracias!
ResponderEliminarDecididamente me gustó Marina. Un placer.
ResponderEliminarLily Chavez
David A. Sorbille dijo...
ResponderEliminarMagnìfico poema, Marina. Un abrazo
Silvia, Isabel, Mónica, Laura, Mariana, Betty, Eduardo, Lily, David,
ResponderEliminarmuchas gracias por dejar sus palabras, un abrazo a cada un@.
Gustavo, gracias por tu trabajo tan dedicado, ya te lo he dicho otras veces, pero quiero destacar en esta oportunidad la foto que elegiste, mejor imposible. Un abrazo enorme.