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8/2/13

Poema de Mariano Shifman


SONETO DEL INQUISIDOR

Olvidad los modales del beato,
la mórbida indulgencia y el sosiego:
nuestra Verdad, severa, sigue en juego;
a Dios se lo obedece sin más trato. 

Los que opinan esparcen desacato:
devore sus malezas casto fuego.
Por las almas eternas culpo y ruego;
por ellas, la caduca carne mato.

Vida y muerte, y espíritu y materia,
la herejía y la ley en la balanza;
y yo, de Dios la más vehemente arteria… 

¡Qué ingrato el que me odia, el que me infama!
En las batallas de la Fe soy lanza
de un Santo Oficio. Soy divina llama.
                


      © Mariano Shifman

6 comentarios:

  1. Muy buen soneto , me gustó mucho

    maria elena tolosa

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  2. La excelente escritura de este soneto nos recuerda como las semillas del Santo Oficio, se han esparcido no solo a otras religiones, sino también y sobre todo a las nuevas estructuras del poder
    Es un poema elocuente y necesario
    Gracias
    Ignacio

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  3. BUEN SONETO!

    LOGRASTE RESALTAR LO QUE REALMENTE ES, GRACIAS POR COMPARTIR!
    LIDIACC.

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  4. Sos un ... Me indigné tanto que eso habla muy a favor de tu soneto. Gracias, querido amigo.

    Jorge Luis Estrella

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  5. Muy bien elaborado, con ritmo clásico y léxico adecuado. La solemnidad y descaro de la apología profundizan la ironía del texto. Muy bueno. Un abrazo. Adriana Maggio

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  6. Buen poema y además es soneto
    que homenaje al Señor!
    W.M

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