a Jeannette
Vos conmigo.
En el aire brilla el salto de un jaguar.
Llueve y es plumaje amarillo lo que cae, escarcha
verde, lenguas rojas.
El bosque se calza su armadura de niebla y un árbol
gigantesco tiembla en la breve telaraña.
Caminamos una alfombra de insectos de ceniza
y sílabas quebradas.
Yo con vos.
La mariposa parpadea.
Unos labios se intuyen bajo el barro volcánico.
Al interior de la palabra “caoba”, todo se hace silencio.
La selva te respira, la respiras. Chicharras en la boca
del tigre y piedras aulladoras,
enormes abejones que bailan en una sola pata.
El bosque es filigrana, bruma de la quebrada, helecho
y bien arriba el roce del musgo con las nubes.
Una voz: “Deja sólo tus huellas”
Otra más: “Escucha, huele, mira”.
Agua que trastabilla, guacamayas en un aire de
asombro.
La lluvia duplicando al coyote, al zorro hediondo,
los monos cariblanca y al pisote.
Vos conmigo.
Va a aparearse el toledo y el corazón de todos
se detiene.
Los senderos acercan lo distante. Laberintos hundidos
bajo los lodazales.
Yo con vos.
El tiempo transpira 400 plumajes diferentes, 100 mamíferos extraños uno al otro, los imposibles rostros
de la orquídea. Y fumarolas. Y relámpagos.
Taladrando el follaje caen goterones despanzurrados.
Es remoto y futuro lo que veo
Vos conmigo.
En este gran caldero,
la cuchara de Dios mezcla la selva.
© Jorge
Boccanera
una selva de sensaciones. sin respiración. susana zazzetti.
ResponderEliminarLa selva que intuyo. Exuberante hasta tupir lo tupido. La cuchara vuelve a tu poesía. Dios o la selva.Caldero con tosos los reinos y todas las piedras preciosas. Y ese Vos conmigo tranquilizador, a medida de lo humano para un recorrido más allá de cualquier límite. Un abrazo y mi admiración. Isabel Llorca Bosco
ResponderEliminarIsabel, quisiera poder hacer tus comentarios tan certeros, tan llenos de luz. Por mi parte decirte simplemente Jorge que me en-can-tó.
ResponderEliminarLily Chavez
Isabel, quisiera poder hacer tus comentarios tan certeros, tan llenos de luz. Por mi parte decirte simplemente Jorge que me en-can-tó.
ResponderEliminarLily Chavez
Saludos, Jorge, que lindo leerte. Fue como un breve viaje a Costa Rica. Me detuve en la selva y regresé en tus palabras. Gracias.
ResponderEliminarMariana Vacs
excelente palma real!!1un abrazo!!!
ResponderEliminarmaria del mar
Dios tendrá que tener una cuchara muy larga. Mario Bruno
ResponderEliminarExuberancia hasta suprimir el aliento.
ResponderEliminarbuen poema, sin duda, logra convocar la selva y sus olores
ResponderEliminarWalter Mondragon