el cíclico cántaro
A mi amada familia
En este estallido de ausencias
alguien dirá que renació el
relámpago
sin embargo
la calma silenció la amenaza,
no hubo vendaval,
ni una llovizna.
Es que la fugacidad del sueño
de pronto
se corporizó en hijos y nietos
en risas y juegos y charlas.
En gozosa renovada parición
la reunión de la familia
fue el escenario pleno del verano.
Y el estallido de ausencias
se deshizo
en el milagro del cántaro
que vacío o lleno
cumple sus ciclos en el alma.
© Cecilia Glanzmann
GRACIAS, GUSTAVO, POR ESTA BELLISIMA FOTOGRAFIA QUE ARMONIZA TANTO CON MI CICLICO CANTARO.
ResponderEliminarABRAZO GRANDE Y LUMINOSO, EN VIAJE. CECILIA
Gracias, Cecilia, por la luz de la reunión familiar, a pesar de la sombras de las ausencias. El cántaro canta la vida, que es pérdida dolorosa y sustitución.
ResponderEliminarGracias por tu optiimismo, que es nada más ni nada menos que la verdad. Poéticamente es un logro. Un abrazo Isabel Llorca Bosco